El niño de 14 años de
edad, identificado sólo como "Michael" por el diario italiano Milan
Crónica. Según se informa, se lanzó desde un puente en un canal con unos amigos
el mes pasado y nunca reapareció. Su pie quedó atascado en algo bajo el agua y
a los bomberos y otros socorristas, les tomó casi una hora para poder liberarlo
de las profundidades. Aunque Michael permaneció en terapia intensiva durante un
mes entero, recientemente despertó y parece estar yéndole muy bien.
Si bien la historia
de Michael es ciertamente inusual, no es la primera vez que se conoce de una
persona que logre sobrevivir por un periodo prolongado bajo el agua; afirma el
Dr. Zianka Fallil, neurólogo del Instituto de Neurociencias de North Shore-LIJ
en New York. Fallil, aseguró que la recuperación del adolescente era "bastante notable. Fallil
asegura que hay dos procesos fisiológicos que pueden entrar en juego cuando una
persona se sumerge bajo el agua durante un largo periodo de tiempo sin oxígeno.
El primero de estos
procesos se conoce como el "reflejo de inmersión", o respuesta
bradicárdica; una respuesta fisiológica que se ha observado con mayor fuerza en
los mamíferos acuáticos, pero que también se cree que tiene lugar en los seres
humanos. (Este es el mismo reflejo que ocurre en los recién nacidos, cuando
retienen la respiración y abren sus ojos cuando se sumergen en el agua). Cuando
la cara de una persona se sumerge en agua, los vasos sanguíneos se contraen y
el corazón se ralentiza considerablemente, explicó Fallil. Luego la sangre se
desvía a las partes del cuerpo que más lo necesitan.
"El cuerpo
intenta proteger los órganos más eficientes; el cerebro, el corazón, los
riñones, y además bombea la sangre hacia las extremidades, y algunos órganos no
tan esenciales", dijo Fallil.
El reflejo de buceo
se cita a menudo como algo que salva a la gente de llegar al ahogamiento. Sin
embargo, es difícil estudiar este reflejo en los seres humanos (probablemente
debido a los peligros evidentes de recrear las experiencias cercanas a un
ahogamiento de laboratorio). Sin embargo, muchos médicos aseguran que las
personas sobreviven, debido al “enfriamiento del cerebro”.
"La hipótesis del enfriamiento selectivo del cerebro,
afirma que, entre más rápido se enfríe el cerebro, habrán más posibilidades de
sobrevivir", dijo.
Cuando estás inmerso
en agua fría durante un período prolongado de tiempo, tu cuerpo puede llevar a
cabo varios procesos que permiten enfriar la sangre que entra al cerebro, según
Fallil. Uno de estos procesos, la vasodilatación hipercápnica, se produce
cuando el cuerpo retiene dióxido de carbono como resultado de no respirar. Este
dióxido de carbono extra, hace que los vasos sanguíneos en el cerebro se
dilaten (ampliándolos), lo que a su vez permite que la sangre más fría pueda
entrar en el cerebro.
Esta es simplemente
una hipótesis; y aún no podemos decir a ciencia cierta cual fue el motivo por
el que Michael pudo sobrevivir bajo el agua 42 minutos. Sin embargo, estamos
seguros que sin la atención médica oportuna que recibió, no hubiera podido
sobrevivir. Y sin quitarle merito a la atención que recibió por parte de los
paramédicos; seguramente el enfriamiento cerebral pudo haber tenido cierta
influencia en la supervivencia del adolescente a este suceso.
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