viernes, 19 de junio de 2015


El niño de 14 años de edad, identificado sólo como "Michael" por el diario italiano Milan Crónica. Según se informa, se lanzó desde un puente en un canal con unos amigos el mes pasado y nunca reapareció. Su pie quedó atascado en algo bajo el agua y a los bomberos y otros socorristas, les tomó casi una hora para poder liberarlo de las profundidades. Aunque Michael permaneció en terapia intensiva durante un mes entero, recientemente despertó y parece estar yéndole muy bien.

Si bien la historia de Michael es ciertamente inusual, no es la primera vez que se conoce de una persona que logre sobrevivir por un periodo prolongado bajo el agua; afirma el Dr. Zianka Fallil, neurólogo del Instituto de Neurociencias de North Shore-LIJ en New York. Fallil, aseguró que la recuperación del  adolescente era "bastante notable. Fallil asegura que hay dos procesos fisiológicos que pueden entrar en juego cuando una persona se sumerge bajo el agua durante un largo periodo de tiempo sin oxígeno.
El primero de estos procesos se conoce como el "reflejo de inmersión", o respuesta bradicárdica; una respuesta fisiológica que se ha observado con mayor fuerza en los mamíferos acuáticos, pero que también se cree que tiene lugar en los seres humanos. (Este es el mismo reflejo que ocurre en los recién nacidos, cuando retienen la respiración y abren sus ojos cuando se sumergen en el agua). Cuando la cara de una persona se sumerge en agua, los vasos sanguíneos se contraen y el corazón se ralentiza considerablemente, explicó Fallil. Luego la sangre se desvía a las partes del cuerpo que más lo necesitan.
"El cuerpo intenta proteger los órganos más eficientes; el cerebro, el corazón, los riñones, y además bombea la sangre hacia las extremidades, y algunos órganos no tan esenciales", dijo Fallil.
El reflejo de buceo se cita a menudo como algo que salva a la gente de llegar al ahogamiento. Sin embargo, es difícil estudiar este reflejo en los seres humanos (probablemente debido a los peligros evidentes de recrear las experiencias cercanas a un ahogamiento de laboratorio). Sin embargo, muchos médicos aseguran que las personas sobreviven, debido al “enfriamiento del cerebro”.
"La hipótesis del enfriamiento selectivo del cerebro, afirma que, entre más rápido se enfríe el cerebro, habrán más posibilidades de sobrevivir", dijo.
Cuando estás inmerso en agua fría durante un período prolongado de tiempo, tu cuerpo puede llevar a cabo varios procesos que permiten enfriar la sangre que entra al cerebro, según Fallil. Uno de estos procesos, la vasodilatación hipercápnica, se produce cuando el cuerpo retiene dióxido de carbono como resultado de no respirar. Este dióxido de carbono extra, hace que los vasos sanguíneos en el cerebro se dilaten (ampliándolos), lo que a su vez permite que la sangre más fría pueda entrar en el cerebro.


Esta es simplemente una hipótesis; y aún no podemos decir a ciencia cierta cual fue el motivo por el que Michael pudo sobrevivir bajo el agua 42 minutos. Sin embargo, estamos seguros que sin la atención médica oportuna que recibió, no hubiera podido sobrevivir. Y sin quitarle merito a la atención que recibió por parte de los paramédicos; seguramente el enfriamiento cerebral pudo haber tenido cierta influencia en la supervivencia del adolescente a este suceso.

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